Los fundamentos del pensamiento matemático están presentes desde edades
tempranas. El ambiente natural,
cultural y social en que viven los provee de experiencias que,
de manera espontánea, los llevan a
realizar actividades de conteo, que son una herramienta
básica del pensamiento matemático. En
sus juegos o en otras actividades
separan objetos, reparten dulces o
juguetes entre sus amigos; cuando realizan estas
acciones, y aunque no son conscientes
de ello, empiezan a poner en práctica de manera
implícita e incipiente, los principios del conteo
que se describen enseguida.
a)
Correspondencia uno a uno. Contar todos los objetos de una colección una y sólo
una vez, estableciendo la
correspondencia entre el objeto y el número que le corresponde
en la secuencia numérica.
b)
Irrelevancia del orden. El orden en que se cuenten los elementos no influye para determinar
cuántos objetos tiene la colección;
por ejemplo, si se cuentan de derecha
a izquierda o viceversa.
c) Orden
estable. Contar
requiere repetir los nombres de los números en el mismo orden
cada vez; es decir, el orden de la
serie numérica siempre es el mismo: 1, 2, 3…
d)
Cardinalidad. Comprender que
el último número nombrado es el que indica cuántos
objetos tiene una colección.
e)
Abstracción. El número en
una serie es independiente de cualquiera de las cualidades
de los objetos que se están contando;
es decir, que las reglas para contar una
serie de objetos iguales son las
mismas para contar una serie de objetos de distinta
naturaleza: canicas y piedras;
zapatos, calcetines y agujetas.
La abstracción numérica y el razonamiento
numérico son dos
habilidades básicas
que los pequeños pueden adquirir y
son fundamentales en este campo formativo. La
abstracción numérica se refiere a
procesos por los que perciben y representan el valor
numérico en una colección de objetos,
mientras que el razonamiento numérico permite
inferir los resultados al transformar
datos numéricos en apego a las relaciones que
puedan establecerse entre ellos en
una situación problemática.
Durante la educación preescolar, las
actividades mediante el juego y la resolución
de problemas contribuyen al uso de
los principios del conteo (abstracción numérica)
y de las técnicas para contar (inicio
del razonamiento numérico), de modo que las
niñas y los niños logren construir,
de manera gradual, el concepto y el significado de
número.
Para las niñas y los niños pequeños
el espacio es, en principio, desestructurado,
subjetivo, ligado a sus vivencias
afectivas y a sus acciones. Las experiencias tempranas
de exploración del entorno les
permiten situarse mediante sus sentidos y movimientos;
conforme crecen aprenden a
desplazarse a cierta velocidad sorteando los
obstáculos con eficacia y,
paulatinamente, se van formando una representación mental
más organizada y objetiva del espacio
en que se desenvuelven.
El desarrollo de las nociones
espaciales implica un proceso en el que los alumnos
establecen relaciones entre ellos y
el espacio, con los objetos y entre los objetos, relaciones
que dan lugar al reconocimiento de
atributos y a la comparación, como base
de los conceptos de forma, espacio y medida.
La construcción de nociones de forma,
espacio y medida en la educación preescolar
está íntimamente ligada a las
experiencias que propicien la manipulación y comparación
de materiales de diversos tipos,
formas y dimensiones, la representación y
reproducción de cuerpos, objetos y
figuras, y el reconocimiento de sus propiedades.
Para estas experiencias constituye un
recurso fundamental el dibujo, las construcciones
plásticas tridimensionales y el uso
de unidades de medida no convencionales (un vaso
para capacidad, un cordón para longitud).
El desarrollo de las capacidades de
razonamiento en los alumnos de educación
preescolar se propicia cuando
realizan acciones que les permiten comprender un problema,
reflexionar
sobre lo que se
busca, estimar posibles resultados, buscar distintas
vías de solución, comparar resultados, expresar
ideas y explicaciones y confrontarlas
con sus compañeros. Ello no significa
apresurar el aprendizaje formal de las matemáticas,
sino potenciar las formas de
pensamiento matemático que los pequeños poseen
hacia el logro de las competencias
que son fundamento de conocimientos más avanzados,
y que irán construyendo a lo largo de su
escolaridad.
Me gusto mucho esta aportación, me llamaron mucho la atención tus actividades también gracias.
ResponderEliminarMuy interesante agradezco tu información y el compartir parte de tus estrategias o actividades para llevar acabo esta labor
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